Wednesday, August 26, 2009
1969, año en que el hombre pisó la Luna. Por Jorge Alejandro Flores López. Tepic, Nayarit, México
De este suceso millones fueron testigos pero, de la misma forma, muchos más millones ni siquiera se enteraron.
Esta aventura, deseo y ambición de las potencias mundiales empezó mucho tiempo atrás, ganando la carrera los EE UU a la Unión Soviética.
El 16 de julio, el Apolo 11, impulsado por el potente cohete Saturno V, es lanzado a la gran aventura: la conquista de la Luna. Su tripulación estaba formada por: Neil A. Armstrong, Edwin E. Aldrin Jr. y Michael Collins.
El lunes 21 de julio de 1969 a las 2:56 (hora internacional UTC), Neil A. Armstrong pisó la superficie lunar al sur del Mar de la Tranquilidad (me imagino que así se le denominó por estar todo muy tranquilo, o bien porque los lunícolas no hicieron alboroto por tan agradable visita).
RECORDAR ES VIVIR
En esa histórica fecha, mi abuelita Rufina y yo nos encontrábamos viviendo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México; con mis tíos. Una de mis actividades, aparte de jugar y de conocer el mundo, era vender el periódico, “El Sol de México”. Recorría las calles gritando: Eeeeeel Soooooooooool, Eeeeeel Soooooooooool de Méxicooooooo.
La semana trágica (para los alienígenas o los lunícolas)
Miércoles, 16 de julio de 1969.
Yo tenía 7 años de edad, y sí, lo recuerdo bien (ni se lo crean, no me acuerdo de nada), fue un día soleado, eso creo. Muy temprano por la mañana me levanto y tomo un “rico desayuno nutritivo”, o sea un buen café. Enseguida me preparo para ir a recoger los periódicos y salir volando, recorriendo las “tranquilas calles de Guadalajara”, a la vez que gritar: Eeeeeel Soooooooooool, Eeeeeel Soooooooooool de Méxicooooooo. Coooompren el Sooooool…
Precisamente, ese día venía la noticia del despegue del Saturno V, solo que como yo no sabía leer, ni escribir y tampoco deletrear; por lo tanto, ni siquiera me llamaba la atención ver lo que se publicaba. Lo importante era ganar dinero para tener que comer.
Aquí hago un paréntesis para decir que de una forma u otra tenía que darme cuenta que el hombre iba rumbo a la Luna, ya que a los que llevamos el estigma de intelectuales nos llegan las noticias como sea.
Domingo, 20 de julio.
Después de mis importantes actividades diarias, por la tarde, me fui de visita con otros de mis tíos, y fue en ese lugar, como a las 19:69 hrs. (bueno, la verdad es que no sé ni qué horas eran, pero eso sí, fue en la tarde) mi tío Lupe, bracero por cierto (no vendía braseros, ni hacia braseros; así se les llama a esos que se van a los EE. UU.), sale a la calle donde alegremente andábamos jugando. Traía con él una cosa rara colgada del cuello (rara porque no las conocía), llamada binoculares, gemelos o catalejos, que empezó a ponérselos en los ojos y a apuntar con ellos hacia el cielo. Ahí estábamos nosotros observándolo, con cara de what.
Uno de mis amiguitos, como todo buen curioso, le preguntó: oiga, don Lupe, ¿qué está haciendo? A que muchos éstos –respondió–. Estoy tratando de ver el cohete que va a llegar a la Luna, y ver cuando los astronautas caminen sobre ella.
¿Queeeeé? –dije yo–, pos que chin… andan haciendo por allá esos tipos, pues si de aquí se ve requetebién la Luna. A ver, tío, préstame los… bueno, esas cosas, para ver. Y ahí estoy yo también viendo y no viendo nada, se me movía todo, pero haciendo uso de mi imaginación, que para eso me pinto solo, y presumiendo con mis amigos y para no ser el único que no había visto nada, dije: es cierto, ya veo el cohete, ya casi llega.
Ahora hay que jugar a los cohetes que van a la Luna –invité a mis amigos–, hay que subirnos al cohete (que era un árbol).
FIN DEL PRIMER ACTO
Ya en la casa y con la mente mas despejada, de esa tarde tan llenas de emociones, y tratando de impresionar a mi abuelita con mi intelecto, le dije: oye abuelita, ¿sabías que el hombre ya fue a la Luna? y ella respondió: no te creas de esas mentiras, ni modo que le haga un hoyo a la Luna para meterse en ella.
Ante su gran filosofía y tan gran despliegue de intelecto, permanecí callado y pensativo, y al cabo de unos momentos le dije: oye abuelita, nosotros no estamos adentro de la Tierra; a lo que respondió: que te calles, ya déjame dormir. A lo cual, por aquello de los coscorrones preferí no volverla a molestar.
¿En qué consistió mi razonamiento de que estábamos encima de la Tierra y no adentro? pues porque si estuviéramos dentro de la Tierra estaríamos en el infierno.
Lunes 21 de julio del mismo año (qué coincidencia: era lunes el día de la Luna), fecha importante, la fecha esperada, el hombre pisó por primera vez la Luna.
¿Que pisó el hombre la Luna?...
Eso que se los crea el demonio, porque yo, yo… Eeeeeel Soooooooooool, Eeeeeel Soooooooooool de Méxicooooooo. Coooompren el Sooooool…
Sabrá Dios qué pasó.
Elaborado por Jorge Alejandro Flores López, integrante del Club de lectura "Al ritmo de la luz", de Tepic, Nayarit, México.
Tuesday, August 25, 2009
Jaymie Matthews, Moon Memories
Standing in the Poas Volcano National Park, after a clouded view of the main crater, Dr. Matthews told us his experience and views about the Moon Landing in 1969.
Jaymie Matthews is astronomer and mission specialist for the Microvariability and Oscillations of Stars Space Telescope, MOST. Canada's first Space Telescope.
Saturday, August 22, 2009
Memorias Lunares - Moon memories - Alejandro García, Tepik, Nayarit, México
El médico oftalmólogo Alejandro García Vallejo relata su agradable experiencia individual y familiar sobre la llegada del hombre a la Luna, en aquel histórico 20 de julio de 1969. Añade sus comentarios sobre las consecuencias que tuvo el acontecimiento en el desarrollo de las ciencias y la tecnología. Remata con un haikú de José Juan Tablada relativo a la Luna. El video es una producción del club de lectura "Al ritmo de la luz", de Tepic, Nayarit, México; en colaboración con la Fundación Cientec, de Costa Rica. Edición: julio-agosto de 2009.
Grace Coates, Moon Memories
Grace recuerda estar muy embarazada en julio, viendo televisión. Estaba con sus suegros y recuerda conversar con elos sobre su expectativa de que se lograría este alcance, aunque para sus suegros era como un milagro. La discusión comunal giraba alrededor de los que significaba este paso en la carrera de los estadounidenses contra los rusos, por llegar de primeros a la Luna, en ese período de la Guerra Fría. Era muy joven y recuerda la discusión de los mayores y cómo los escuchaba, sin tener posiciones políticas tan definidas como ahora.
Friday, August 21, 2009
Memorias Lunares desde UNIVERSUM, museo de las ciencias en México
M. en C. Gabriela Sara Guzzy Arredondo subdirectora de UNIVERSUM, museo de las ciencias.
Wednesday, August 19, 2009
Tory Brady, Moon Memories
In Coney Island, New York, working in a costum, went up to Nathan's Hotdogs to watch the Moonlanding. Since then I have become a Space Science Fan.
Tuesday, August 18, 2009
Así me enteré del alunizaje, en julio de 1969. Juan Francisco Ríos Corona. Tepic, Nayarit, México.
En ese tiempo yo era muy chico y creo que el hecho no cambió mi manera de ver la vida; solo me provocó una gran emoción, transmitida por mi madre, por ver el gran interés que ella reflejaba al seguir todos los detalles de la noticia. Recuerdo que a mi pueblo (Amado Nervo, Nayarit, México) apenas llegaba la señal de radio, y estábamos toda la familia –mi madre, mi padre y 5 hermanos– pegados al radio para escuchar mejor. Mis padres y mis hJermanos mayores hacían comentarios sobre el acontecimiento; pero yo y un hermano menor solo escuchábamos, contagiados por la emoción.
Lo que recuerdo también es que el locutor de la radio hacía muy emocionante el anuncio de la noticia (me parece que era Jacobo Zabludowsky, aunque de eso no estoy muy seguro). Recuerdo que lo narraban como si lo estuvieran viendo, tanto la caminata como la colocación de una bandera en la superficie lunar.
Ing. Juan Francisco Ríos Corona. Tepic, Nayarit, México. Invitado por el club de lectura “Al ritmo de la luz”, institución civil, promotor del gusto por la lectura. Agosto de 2009.
Monday, August 17, 2009
Jamie Bell, Moon Memories
Era un adolescente y tocaba con una banda de rock. Esa noche estaba con su grupo de música practicando. Y pararon la música para ver la llegada a la Luna.
En ese momento no tuvo un gran efecto sobre su visión del mundo, pero luego lo conectó con un cuento infantil en el que Huckle Berry Hound soñaba que había llegado a la Luna con un cohete construido con partes encontradas en su patio. Sus amigos, en el cuento, decidieron recrear un espacio para que pareciera la Luna. Y pensar que él había leído este cuento de niño y ahora, de adolescente, estaba viviendo la llegada realmente. Esto lo impactó mucho.
Rhea Babbit, Moon Memories
Rhea lo vió por televisión, con sus vecinos que no tenían este medio y vinieron a compartir la experiencia. Estaba muy impresionada con el conocimiento científico. Como científica, considera que la experiencia confirmó para ella que el mundo es esférica.
La llegada a la Luna alimentó su esperanza y deseo de que algún día vayan a Marte. Ella no quiere estar en el primer viaje, pero tal vez en el segundo.
Daniel Orey, Moon Memories
Daniel cuenta sus aventuras para ver las transmisiones desde la Luna. Como tenía que irse donde la vecina que tenía un televisor más grande o escaparse para observarlo durante un campamento a través de la ventana de la casa del guarda parques. Su pasión por construir proyectiles la recuerda desde entonces. Además, lo que más le impactó fue la imagen de la Tierra desde la Luna. Lo hizo pensar en lo frágil y pequeño que es nuestro mundo.
moon memories video challenge
Moon Memories: 40th Anniversary of the Apollo 11
The goal of MOON MEMORIES is to collect family memories regarding the space voyage that resulted in the first humans landing on the moon and taking a moon walk. How did this historic event affect your families or friends?
The Ontario Science Centre invites your family to participate in collecting moon memories. Generations who have no memories of this event will see it come alive as they hear the rich stories of their families or friends.
SHARE YOUR MEMORIES!
Memorias Lunares - Moon memories - Gilberto Montes, Tepic, Nayarit, México
Gilberto Montes Rodríguez, profesor de Física y Química de escuelas secundarias del estado de Nayarit, México, narra su entrañable experiencia sobre la llegada del hombre a la Luna, aquel 20 de julio de 1969. Complementa su relato con las repercusiones que ese acontecimiento tuvo en la ciencia y en el desarrollo de su profesión. El video es una producción del club de lectura "Al ritmo de la luz", de Tepic, Nayarit, México; en colaboración con la Fundación Cientec, de Costa Rica. Edición: julio-agosto 2009.
Friday, August 14, 2009
Memorias Lunares - Moon memories -Rodolfo Dávalos, UAN, Tepic, Nayarit, México
El profesor de matemáticas de la Universidad Autónoma de Nayarit, México, Rodolfo Dávalos Mejía, expone los antecedentes de la llegada del hombre a la Luna, en aquel histórico 20 de julio de 1969. Además, habla sobre los efectos que el acontecimiento tuvo sobre la ciencia en general, así como en él como profesionista. El video es una producción del club de lectura "Al ritmo de la luz", de Tepic, Nayarit, en colaboración con la Fundación Cientec, de Costa Rica. Edición: julio-agosto de 2009.
moon memories video reply Lesley
La directora del Ontario Science Centre en Toronto, Canadá, comenta cómo la exploración espacial fue seguida por su familia y su efecto sobre sus intereses y desarrollo.
La imagen de la "Tierra saliente", la idea de una Tierra, pequeña y frágil que hay que cuidar, es una de los efectos de ese primer alunizaje.
Modesto Tamez, Moon Memories
Desde el Exploratorium, Modesto habla de seguir los sueños y luchar para conseguirlos.
Franklin Chang-Díaz y sus Memorias Lunares / Moon Memories
En el 40º Aniversario de la llegada del Apolo 11 a la Luna, el astronauta e ingeniero cuenta sus memorias. Actualmente el Ing. Chang-Díaz desarrolla el motor de plasma desde su laboratorio AdAstraRocket Company (www.adastrarocket.com).
Sunday, August 9, 2009
Manuel Murillo Tsijli, Costa Rica
Sueños lunares
Recuerdo, hoy hace cuarenta años, a toda mi familia reunida esperando la transmisión por la televisión ─por supuesto que en blanco y negro y sin control remoto─ de la llegada del hombre a la Luna. Era yo un niño de tres años y medio y, a pesar de mi corta edad, sentía la emoción levitando por todo el salón; algunos tomados de la mano y otros rezando, la alegría que se vivió en el momento en que aquel hombre ─con un traje blanco y gracioso casco─ daba aquellos primeros pasos con movimientos lentos, fue en extremo contagiosa. Me cuentan mis padres que, por varias semanas, mi juego preferido era el de simular la caminata de Armstrong y sus movimientos en gravedad cero, acompañado de un modelo a escala del Apolo 11 que nosotros mismos armamos.Lea más.
Marie Lissete Alvarado, Costa Rica
Alunizaje a mis cinco años
Papá trabajó casi toda su vida para la Embajada de los Estados Unidos, era el ingeniero encargado de los equipos de comunicación y de las máquinas de cine que utilizaba la Embajada para la divulgación de noticias, y otros programas audiovisuales de extensión cultural y científica, en la sección conocida por sus siglas como VOA (Voice of America), del departamento de USIS.
Escuchaba a papá comentarle a mamá los proyectos, actividades, los inconvenientes que se presentaban y cosas que en aquel momento era imposible que yo entendiera. Pero la sola mención de la exploración espacial, me llamaba poderosamente la atención y creo que sentía mucho más curiosidad por conocer y ser parte de todo aquello.
José Alberto Villalobos, Costa Rica
Hace 40 años llegó el hombre a la Luna
¿Sabía que unos dos tercios de la población actual de la Tierra (6 800 millones), nació después de los aterrizajes en la Luna? Eso incluye a la mayoría de los actuales maestros de las escuelas hasta las universidades y definitivamente a casi todos sus estudiantes.
En julio de 1969 yo estaba en mis primeras vacaciones de medio curso, como profesor de Física General, Mecánica de Fluidos y Física Moderna, en el Departamento de Física y Matemática de la Universidad de Costa Rica
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Wednesday, August 5, 2009
Juan Manuel Russi Concha, Santiago, Chile, desde el mim
Según me acuerdo por mi papá, ya que estaba tan entusiasmado
con la llegada del hombre a la luna que me invito para que lo
vieramos juntos en la television, y me acuerdo que yo estaba preocupado
pensando como lo harían y creyendo que cuando Neil Armstrong pisara la luna se iba a hundir.
2.- ¿ Cual fue el impacto de esto en tu vida cotidiana?
Del impacto, la verdad ninguno que me acuerde, solo que ya no se piensa ni se dice
como antes que la luna estaba tan lejos ...
Juan Manuel Russi Concha
Constructor – 55 años
dimassi@vtr.net
Tuesday, August 4, 2009
Miguel Angel Rodríguez, Costa Rica
Lorena alisto de gala a los niños a los que había puesto a dormir siesta para que estuvieran bien despiertos, y ella y yo también nos vestimos como para una gran ocasión y los cuatro nos sentamos frente a la televisión después de haber explicado de muy variadas formas a los niños que íbamos a ser testigos de algo histórico y casi increíble.
Nos emocionamos mucho, y lo celebramos con una copa de champaña.
No recuerdo mitos ni tabúes, recuerdo la profunda emoción de los costarricenses, su sentido de respeto por la ciencia, y una clara conciencia de como podíamos y teníamos la obligación de avanzar en todos los campos de la vida humana con el uso del conocimiento
Entrevista por Juan José Arce Vargas.